Cuentan los pobladores catalanes que en una de las curvas de Garraf se aparece deambulando una joven con atuendo blanco y de aspecto pálido. Aquellas personas que compadeciéndose la suben al auto para llevarla hasta la ciudad pueden mantener una conversación normal con ella.
Se dice que una vez, un hombre en un día de lluvia se encontró con la joven, la cual lucía sus ropas sucias y obviamente empapadas en agua. El señor apiadándose frenó su automóvil y la invitó a subir. Luego de una corta conversación y con el pie presionando el acelerador la mujer le dice al hombre: 'no vayas tan rápido' avisándole sobre la existencia de una curva muy cerrada. 've poco a poco'. Al haberlo hecho, el hombre reacciona sobre la dimensión de la curva y el barranco. En esos instantes es cuando la joven dice ' aquí me he matado yo hace 25 años', desapareciendo posteriormente.
Esta es una historia popular, bastante conocida por las zonas costeras de Sitges. A lo largo del tiempo, diferentes versiones sobre ella se han contado. Hoy en día, varias personas cruzan las curvas con respeto.
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