Entre los historiadores estudiosos del Antiguo Egipto es conocido el libro o mejor dicho el papiro con los escritos del escriba Ptah-hotep que trabajó para el faraón del Alto y Bajo Egipto Dyedkara-Isesi entre los años 2380 y 2342 antes de Cristo.
En ese entonces los egipcios de alta clase social utilizaban y coleccionaban muchos proverbios con el fin de que sirvan a modo de guía para la crianza de sus hijos. En este caso Ptah-hotep escribió lo que se conoce con el nombre de "La instrucción del visir Ptah-hotep" en la cual aconseja a su hijo Ankhu con el fin de que sea un funcionario exitoso. He aquí parte de la obra y sabiduría milenaria que en muchos casos puede asemejarse a la vida moderna:
"(...)Así le dijo a su hijo:
Que tu corazón no se envanezca debido a tu conocimiento.No te confíes porque seas un hombre sabio.Toma consejos tanto del ignorante como del sabio.Los límites extremos de una habilidad no pueden alcanzarse, y no existe ningún hombre que tenga total superioridad.
El buen discurso está más oculto que la esmeralda, pero puede encontrarse en las sirvientas de los molinos...
Si eres un líder a cargo de los asuntos de las multitudes, selecciona todos los hechos que sean benéficos para tí, hasta el punto en que tus propios asuntos no sean incorrectos.
La justicia es grande y su adecuación resulta duradera; ésta se ha violentado desde la época en que álguien la creó, a pesar de que existen castigos para los que quebrantan las leyes.
La senda correcta está delante del que no sabe nada.La fechoría nunca ha llevado a puerto seguro su empresa.Tal vez sea mediante el fraude como obtengan riquezas, pero la fuerza de la justicia es la que prevalece.
Si eres un hombre de confianza, a quien un gran hombre envía con una diligencia a otro, se del todo confiable cuando te mande.
Da el mensaje como si él estuviese hablando. No te guardes algo de lo que te hayan dicho, y ten cuidado de no incurrir en un olvido. Capta bien la verdad y no la exageres. La gratificación, sin lugar a dudas, se repetirá.
Lucha por no decir majaderías, ya que un hombre se enemista con otro mediante el lenguaje vulgar.
Si eres un hombre recto establece un hogar y engendra un hijo que complazca a Dios; si él es correcto y tiende a adoptar tus modales y apresta sus oídos a tu educación, y si sus modales en tu casa son apropiados y si, además, se preocupa por tu propiedad, como debiera, entonces procura para él toda acción que le sea útil. Él es tu hijo... no debes alejarlo de tu corazón.
Pero a menudola semilla de un hombre crea seres antagónicos. Si él yerra el camino y trangrede tus planes y no lleva a la práctica tu educación, de manera que los modales que muestra en tu casa son vergonzosos, y si se rebela en contra de todo lo que tú dices, a la vez que su boca profiere las palabras más viles, apartado por completo de sus prácticas, y puesto que no posee nada, deberías abandonarlo; no es tu hijo en absoluto. En verdad no nació de ti. Así que esclavízalo totalmente, de acuerdo con su propio lenguaje. Es uno a quien Dios ha condenado desde que estaba en las mismísimas entrañas. (...) "
Una copia del papiros se encuentran en el museo de Louvre.
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