
Atrás quedaron las protestas que ocasionó la decisión de las autoridades holandesas de cortar el árbol muerto en el año 2007 y que gracias al accionar de quienes lo consideran un símbolo, no fue llevada a cabo. Esta vez la madre naturaleza tuvo la última palabra y con fuertes ráfagas de viento derribó aquel monumento natural a la nostalgia y el dolor de una joven que junto a su familia, aterrados, se vieron obligados a esconderse de las autoridades nazis. En sus días claustros Anna mecionó varias veces en su diario a aquel castaño.
Para evitar una posible caída, el árbol con un peso mayor a las veinte toneladas tenía a su alrededor una estructura de hierro que le servía de apoyo. Sin embargo ante la magnitud de los vientos, ésta cedió y lo dejó precipitar luego de romperse su tronco a la altura de un metro.
Para evitar una posible caída, el árbol con un peso mayor a las veinte toneladas tenía a su alrededor una estructura de hierro que le servía de apoyo. Sin embargo ante la magnitud de los vientos, ésta cedió y lo dejó precipitar luego de romperse su tronco a la altura de un metro.
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