Amsterdam, la ciudad diamante.

Si alguna vez ante la pregunta "¿Cuál es la ciudad más romántica del mundo?" escucha la respuesta Amsterdam en vez de París ó Venecia, no se sorprenda, es muy posible que así sea.
Amsterdam es una ciudad que posee muchas características que hacen de la ciudad un destino acogedor, limpio, ordenado y romántico. Quizá el crudo invierno sea algo a tener en cuenta a la hora de elegir el momento del año para visitarla, sobre todo para aquellos que habitan el hemisferio Sur y cuyas vacaciones de verano coinciden con el invierno del Norte.

Pero lo cierto es que la magia de esta ciudad diamante no sería la misma si no fuera por sus 160 canales. Estos surcan la ciudad de forma concéntrica dandole una característica típica visible desde el aire, sus calles tienen la suerte de no estar congestionadas de tráfico y las bicicletas son un medio de transporte muy común.
Cuenta con una población de un poco más de 760.000 habitantes, cientos de puentes, miles de cafés y una gran oferta cultural con muchos monumentos, paseos y museos.

El aspecto romántico se lo otorgan los canales, de los cuales los más importantes o renombrados son: el Singel - Herengracht - Keizersgracht - Prinsengracht.
La arquitectura colindante a estos es típicamente neerlandesa con sus fachadas altas y estrechas, llenas de simbología y testigos de algunos de los hechos más importantes de la historia universal. No hay que olvidar de mencionar los puentes que cruzan de una orilla a la otra para facilitar la movilidad en la urbe.

Amsterdam sin duda es uno de los destinos más románticos y liberales del planeta entero.

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